La historia de American Express
La historia de American Express, desde 1850 hasta nuestros días, es un gran ejemplo de cómo una compañía puede adaptarse a los cambios culturales y tecnológicos, y transformar su catálogo de servicios para sobrevivir a lo largo del tiempo.
Los inicios de American Express
Aunque es una historia poca conocida, la popular franquicia de tarjetas de crédito, American Express, inició sus operaciones en 1850, sin embargo en ese entonces como es obvio, el crédito financiero no existía y la compañía se dedicaba al envío y recepción de mercancías, de allí su nombre.
En ese entonces, los Estados Unidos aún eran una nación en proceso de consolidación y al no disponer de instituciones de control eficientes, era frecuente que las ‘diligencias’ fueran asaltadas por forajidos mientras transitaban entre un pueblo y otro. Como primera medida, American Express, escoltó sus caravanas con pistoleros armados para generar confianza entre sus clientes.
Sin embargo, seguía siendo un negocio arriesgado y sobre todo lento, por esa razón y aprovechando la introducción de nuevas tecnologías como el telégrafo, la compañía decidió transformar uno de sus principales activos -la confianza de los dueños del dinero- en un nuevo servicio y así nacieron los giros postales.
Además de tecnología necesitas aliados
American Express, pronto se dio cuenta de que los giros postales reducían el riesgo de transportar el dinero, sin embargo, ante la imposibilidad de abrir sus propias oficinas en cada ciudad y pueblo de Estados Unidos, su estrategia cambia radicalmente y lo que hacen entonces es establecer alianzas con comercios, hoteles y restaurantes, dando lugar al surgimiento de un nuevo producto: los cheques de viajero.
El concepto de la tarjeta de crédito ya existía en los Estados Unidos desde 1914 y aunque compañías como Western Union, tenían una cartera exclusiva de clientes que podía acceder a servicios preferenciales y líneas de crédito con este producto, su alcance real en el mercado estaba limitado solamente al segmento de la población con mayores privilegios.
De allí el éxito de American Express con el lanzamiento de las primeras tarjetas de crédito en 1958, con las cuales, más allá de la innovación tecnológica, la compañía originalmente de envíos y ahora de crédito, conquistó dos factores clave: el crecimiento de su base de clientes y el robustecimiento de sus aliados comerciales.
American Express hoy
Lo que inició como un servicio de entregas con pistoleros en 1850, hoy es una de las 100 compañías mejor valuadas del mundo con alrededor de 1,700 oficinas en más de 130 países, sin embargo, no llegó a convertirse en lo que es hoy día, debido a la buena puntería de sus guardias armados o a la velocidad de sus caballos, sino a su capacidad de reinventar el servicio que prestaban originalmente.
Transportar dinero del punto A al B, sigue siendo la esencia del negocio de American Express, lo único que han cambiado son los medios. La maleabilidad histórica de un mercado como el transporte de activos, aplica perfectamente para cualquiera de los rubros en los que nos desempeñamos hoy en día, la clave está en saber cuándo reinventar nuestro portafolio de servicios.