El tendero 2,0 ve a sus antiguos competidores como aliados

Crisis en las tiendas de Colombia: ¿El advenimiento del tendero 2.0?

Según Fenalco, el sector de los pequeños comerciantes de abarrotes y bienes de primera necesidad atraviesa, el de los tenderos, vive una crisis durísima debido a la “incertidumbre financiera” que atraviesa el país. Una lectura más crítica de la evolución del sector demuestra, sin embargo, que lejos del desempeño macroeconómico del país, que es bueno, lo que el sector enfrenta es una fase transicional.

Las cifras de Fenalco

Aunque, según las cifras de Fenalco revelan que por lo menos un 40,5% de los tenderos de Colombia, (en el marco del Día Nacional del Tendero, 25 de agosto), registró bajas en sus ventas a lo largo de 2024, lejos de las cifras alarmistas presentadas por el gremio de comerciantes, la economía colombiana atraviesa por un buen momento, de hecho, respecto al mismo periodo del año anterior, el PIB nacional creció un 1.5% por encima de lo esperado.

En términos generales se trata de un micro-gremio bastante fuerte, ya que, según cifras del propio Fenalco, en el país operan cerca de 450.000 tiendas de barrio, que emplean de manera directa a 1.1 millones de personas y lo que es más importante, más del 90% de los hogares colombianos compran allí al menos dos veces al mes.

Sin embargo, es importante preguntarse más allá de las tensiones políticas entre el gremio de comerciantes y el gobierno central, ¿qué es lo que pasa con las tiendas de barrio?, porque en efecto, hay algo sucediendo que no tiene nada que ver en lo absoluto con lo macroeconómico y que, en lugar de eso, nos está hablando de una transformación del consumidor y sus hábitos.

Los impuestos a las bebidas azucaradas y los ultraprocesados no son la única causa de la crisis de las tiendas en Colombia
Los impuestos a las bebidas azucaradas y los ultraprocesados no son la única causa de la crisis de las tiendas en Colombia

Nuevos competidores y nuevos hábitos

Para Fenalco, parte del problema radica en los impuestos que el gobierno ha sumado a la venta de bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados, sin embargo, lo que parece desconocer el gremio de comerciantes, es que hay una transformación en el consumidor, por lo menos en los estratos más altos, y que hay nuevos agentes en el mercado.

Sobre los hábitos de consumo en general, desde hace ya varios años la venta de bebidas gaseosas venía experimentando una caída entre los estratos más altos, sin embargo, esta caída se extendió a los estratos más populares por los impuestos. De lo que nadie habla, sin embargo, es que desde 2023 la venta de agua mineral en botella creció gracias a la democratización de sus precios.

Para Juan Caro, de Kantar D. W. el factor principal para el crecimiento del agua mineral son los discounters o marcas que democratizan el consumo de ciertos productos a partir de bajos precios. Son las que logran impactar a la base de hogares de estratos 1 y 2, que son el 60% de los hogares en Colombia”.

La llegada de nuevos competidores y los cambios en los hábitos del consumo son el verdadero desafío de los tenderos en Colombia
La llegada de nuevos competidores y los cambios en los hábitos del consumo son el verdadero desafío de los tenderos en Colombia

Oxxo, Ara, D1, Merqueo, en la mira de los tenderos

Lejos de politizar los impuestos que se cobran sobre las bebidas gaseosas y la comida ultraprocesada, la verdadera solución para los tenderos está en recuperar terreno frente a las cadenas de minimercados que están revolucionando el mercado con sus precios y su presencia masiva. Hablamos de los hard discount y marcas que ahora se encuentran en todas las esquinas de los barrios, como Oxxo.

El verdadero tendero 2.0 tendría que ver a sus antiguos competidores -otros tenderos- como sus socios del futuro, es imposible que un abarrotero en solitario consiga negociar con proveedores, implementar soluciones tecnológicas nuevas y cumplir con los estándares de facturación electrónica por su cuenta.

Fenalco, tiene una tarea pendiente en este sentido, ya que el futuro de las 450,000 tiendas de barrio y de los millones de familias que dependen de ellas, está en manos de un gremio que tiene las soluciones al alcance de su mano, pero por ahora se niega a aceptar el futuro. El consumidor cambió y la forma de vender, también.

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