La situación es difícil para el mundo de las comunicaciones, y el holding WPP no es la excepción, en este momento decide que deben empezar drásticos cambios en sus agencias luego de que el holding, por culpa de Google, Facebook y la pandemia, esté sintiendo económicamente el deterioro de sus utilidades en lo que lleva del año.
La emblemática agencia del padre de la publicidad, David Ogilvy (agencia WPP), está contra las cuerdas y al parecer una de sus fórmulas es empezar por cambiar a su actual presidente mundial. Lo mismo sucedió en 2016 con Miles Young, este destacado ejecutivo fue presidente mundial de Ogilvy y su salida se vio precipitada por casi las mismas condiciones que vive hoy en día el actual presidente, al parecer la historia se repite, pero por lo visto esa no es la verdadera solución que necesita Ogilvy y WPP.
Vender solo creatividad ya no es suficiente, ni siquiera se sabe cómo cobrarla. Las presiones del holding son ahogantes, así como lo que afecta también al sector en general. Se percibe como agencia old fashion. Google, Facebook y las consultoras les están pasando por encima. Los nuevos negocios no llegan y ya los premios en festivales publicitarios no se ven reflejados en la facturación. La publicidad y las comunicaciones cambiaron y eso no lo ha entendido Ogilvy, y al parecer, WPP tampoco. El rebranding de la agencia en 2018 no generó ningún cambio positivo en la caja registradora. Los despidos masivos han generado intranquilidad entre los empleados y la COVID-19 llegó a terminar de empeorar todo.
Te revelamos con Ultravioleta la entrevista que publicó nuestro director, Diego Rodríguez, en la revista Esquire en 2015, luego de reunirse con Miles Young en la oficina de Ogilvy Colombia, en la ciudad de Bogotá, y en la cual le contó que se acercaba su renuncia al cargo de presidente mundial de Ogilvy.
Si hay alguien que enfrenta esta dura realidad de la indiferencia de la gente con la publicidad, es justamente el británico Miles Young, presidente mundial de Ogilvy & Mather, quien estuvo hace algunas semanas en Bogotá, una ciudad con un mercado que le resulta atrayente.
Miles está a punto de llegar a la sala, obvio, hay muchas Coca-Colas en el salón de juntas (es una de las grandes marcas que maneja la agencia). Nuestro director de fotografía le apunta con su camara. Young sonríe. No tiene prisa. Aunque quizá le hagamos perder su avión, parece no importarle. Es muy amable. Sorprende que un hombre con su cargo y semejante responsabilidad irradie tanta calma. Seguir leyendo.
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