Estas empresas emergentes tienen como principal problema la falta de financiación pero, gracias al foco que tienen desde que son creadas, el ímpetu de su creador o creadores, sumado a su largo aliento y nunca dejar de creer en la idea, muchas de estas start-up han logrado salir adelante y prestar un servicio valioso a la sociedad.
La economía latinoamericana ha sido una de las más afectadas por la pandemia. De acuerdo con cifras de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), la región evidenciará una caída del producto interno bruto (PIB) de -9,1% en 2020. Colombia no es ajena a esta realidad, y se estima que la contracción de la economía en el país para el presente año sea cercana al 6%.
Ante este difícil panorama, las start-up se consolidan como uno de los sectores más prometedores para la economía del país. Durante lo corrido del 2020 se ha reportado un crecimiento de este tipo de negocios del 26%. Atendiendo a ello, la firma BDO en Colombia AMCHAM Colombia y AMCHAM regional Antioquia y Caldas, llevaron a cabo el seminario web ¿Cómo estructurar mi start-up de manera sostenible? Plantearon las principales consideraciones que deben tener en cuenta los emprendedores en cada una de las fases de su negocio para que este sea exitoso.
Es la primera etapa para la estructuración de la empresa. En esta se dan procesos como la revisión y definición del modelo de negocio, la legalización de los acuerdos entre fundadores, se trabajan los temas de propiedad intelectual, se confirman las proyecciones y el tamaño del mercado, se hace la selección del equipo de trabajo entre otras actividades que se llevan a cabo para lograr la materialización de la idea inicial.
Es aquí cuando se evalúan las opciones de financiación y se genera una estrategia para la entrada de inversionistas, una vez se logran esos aliados estratégicos es mucho más fácil crecer. Modelos como el crowdfunding han resultado sumamente efectivos para las compañías que están en esta fase.
En esta fase, se tiene una start-up mucho más desarrollada que empieza a generar una estrategia de salida y segmentación de clientes, con un plan estratégico de inversión en tecnología y que atrae talento humano de alto nivel. Por otra parte, en esta etapa, la compañía debe preocuparse por una campaña de marketing y escenarios de precios, es necesario enfocarse en lo que el usuario espera y quiere ver del producto y/o servicio, y es necesario ser flexible para corresponder a esa demanda.
Durante esta fase, la compañía busca la internacionalización y las alianzas con grandes empresas del mercado en otros países.
En este momento, existe una start-up sólida y sostenible que se prepara para una eventual venta de la compañía o de una participación accionaria representativa.
Los expertos coinciden en que Colombia es el escenario ideal para la creación de compañías con un alto componente tecnológico, ya que cada vez más inversores y grandes jugadores del sistema financiero ponen sus ojos sobre este sector, en lo corrido del 2020 133 start-up recibieron financiación de fondos de inversión, lo que demuestra que es un entorno que está en crecimiento y por el que se debe apostar.
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